Hace unos días me contactó un amigo mío y lo primero que me comentó fueron las palabras del título de este post.
Te cuenta así por encima.
Mi amigo tiene una empresa de estucados y como cabeza visible del negocio todo acaba en sus manos.
Es más, todos acaban acudiendo a él.
Aún teniendo a su hermano y su mujer en la empresa.
Los empleados acuden a él.
Los contratistas acuden a él.
Los clientes acuden a él.
A él.
A él.
Bien.
Después de llorarme un poco le comenté, ¿y porqué no te suplantas?.
No le dije que cambiara de identidad ni que se hiciera pasar por su hermano (que se parecen bastante).
No.
Lo que le propuse es que ya que las mayorías de consultas que le hacían eran por WhatsApp que se creara un asistente en forma de chatbot.
Así podría quitarse tiempo automatizando las preguntas frecuentes de sus empleados y clientes.
Le explotó la cabeza.
Literal.
Por el teléfono olía a chumascado y mi iphone 11 Pro no era
Lo primero que me dijo es que era verdad que eran las mismas consultas una y otra vez las que tenía que resolver.
Pues ya está.
Ahí lo tienes.
Ahora.
¿Cómo lo monta?
Pues ahí es cuando le enseñé mi curso de WhatsApp Marketing y a mi compañera lunática.
De ella te hablaré otro día.
Del curso hoy.
Bueno.
En tan sólo unos días me dice mi amigo que hasta duerme mejor.
Que ahora se dedica a lo realmente importante.
Y que la empresa sigue funcionando.
¿Quieres automatizar tareas como mi amigo?
Para que otros trabajen por ti mira arriba.
Un abrazo y buen networking